domingo, 7 de septiembre de 2008

COMENZANDO EL DIA

Despierto a la vida con las primeras luces de la mañana, el canto de los pájaros y los leves rayos de sol, son mi despertador.
Pongo mis manos sobre el chakra del corazón entrando en contacto con mi ser interior, con mi Yo superior y afirmo que durante todo el día El, va a expresarse a través de mi mirada, de mis palabras, de mi sonrisa.
Dibujo los símbolos de reiki para potenciar la energía que acude como un torrente a mí, uniendo mi esencia con la fuente de donde proviene, alimentando esa dimensión mia siempre hambrienta de amor, dando la mano a mi propia energía interior, aquella que genera mi propio corazón con cada uno de sus latidos.
Siento que es lo mismo dentro y fuera. Arriba y abajo. No tengo fronteras. Soy uno con Todo.
Un profundo agradecimiento se expande en mi interior, es una potente energía que abre aún más el chakra del corazón, siento mi pecho pletorico, la emoción de estar viva corre por mis venas llenandolas de júbilo.
Mi mente comienza a traerme imágenes de los minutos maravillosos que me esperan por vivir a lo largo del dia.
Quiero levantarme, poner en marcha mis sentidos, disfrutar de las emociones que solo a través de este cuerpo puedo sentir. Agradezco tanto tener este vehículo que me permite estar sobre este alucinante planeta que cada una de mis células parece sonreir al despertar.

Disfruto del contacto con el agua, de ese chorro maravilloso de energía líquida que me limpia de cualquier energía que este conmigo y no faborezca a la totalidad de mi Ser.
Imagino que me encuentro debajo de una hermosa cascada perdida en la ladera de una montaña y libero a través de este contacto todo lo que hoy ya no necesite. Doy las gracias a estas energías por el servicio que me han prestado, por todo lo que he aprendido de ellas, ahora las libero para que vayan a ocupar su lugar correcto en el Universo.

Le doy a mi cuerpo el mejor alimento, aquel que me permita llebar a cabo las tareas del día con la fuerza de la energía vital.
Trato de sugetar la impaciencia de ver el sol reflejado en el mar, para saborear lentamente el desayuno, a veces es complicado disfrutar el instante.

Cuando salgo de casa, siento el aire fresco de la mañana, el olor de la tierra y de las plantas que me rodean. Siento mi Ser en todo lo que existe a mi alrededor, me recreo en el contacto de mis pies firmemente apoyados en el planeta, tomando el alimento de la tierra a través de sus profundas raices, el arbol me enseña como hacerlo, aprendo de él, sigo su ejemplo con la seguridad de que la vida me abastece de todo cuanto necesito.

Por fin veo el mar, apresuro el paso con la piel de gallina, sintiendo ya el contacto de mi mirada con su inmensidad.
El sol ha comenzado su ascensión emergiendo del agua desde el horizonte, llenandolo todo de tonos anaranjados, de miles de destellos sobre la inquieta superficie. Recuerdo quien soy, como fui creado, veo la expansión constante de la vida, de la luz, de la energía.
Dibujo en el círculo solar, el símbolo de la maestria de reiki y lo empujo mentalmente hacia su interior, se lo ofrezco en forma de saludo, de conexión, de agradecimiento por su majestuosa presencia y el me lo devuelbe multiplicado por mil rayos de luz que me acompañarán durante todo el día alimentandome con la vibración de su energía.
Muebo la energía a través de mi sistema nervioso y muscular, siento como llega a cada rincón de mi Ser. Estoy preparado para la gran aventura del día, todo cuanto hoy viva estará marcado por la presencia de la luz de mi conciencia.
ESTOY DISPUESTO A REGALARLE A LA VIDA LO MEJOR DE MI MISMO EN CADA COSA QUE HAGO. ESTOY DISPUESTO A TOMAR DE LA VIDA TODOS SUS REGALOS.

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